El LTV, acrónimo de Loan To Value Ratio, es la relación entre préstamo y valor. Es un parámetro expresado en porcentaje que mide la relación entre el importe del préstamo concedido y el valor de la propiedad aportada por el prestatario como garantía de repago del mismo.
Oscila entre 0 y 100% (técnicamente podría ser incluso superior a 100), y cuanto mayor es, más riesgo presenta la operación.
¿Cómo se calcula el LTV?
Supongamos que un promotor necesita 100.000 euros para poder financiar su proyecto: reforma de un edificio en el centro de Madrid, y que como garantía aporta un inmueble de su propiedad valorado en unos 200.000 euros.
El LTV en este caso, sería 100.000 euros / 200.000 euros = 50%
La garantía entregada por el promotor es una garantía hipotecaria que será inscrita en el correspondiente registro de la propiedad y que bloqueará cualquier operación que el promotor pudiera intentar hacer con el inmueble posterior a la consecución del préstamo salvaguardando con total seguridad los intereses de los inversores del proyecto, pudiendo ejecutar dicha garantía en caso de impago del promotor. Esta garantía hipotecaria es mucho más robusta como garantía que una promesa de garantía hipotecaria, que una pignoración de participaciones, que un aval, que una elevación a público de la deuda o que una garantía personal del promotor.