Housers arrancó en 2015 su actividad ofreciendo a los inversores proyectos de tipo equity enmarcados dentro de lo que se denomina equity crowdfunding.
Hablamos de proyectos en los que el promotor inicial de la oportunidad era Housers y las oportunidades consistían en la compra de inmuebles para su reforma, alquiler y posterior venta.
Los inversores de estas oportunidades entraban como socios en una sociedad creada específicamente para cada proyecto (un vehículo) y lo hacían mediante una ampliación de capital que se elevaba a público ante notario. Se convertían por tanto en co-promotores y socios de pleno derecho de la sociedad, con todos los derechos que les otorga la Ley de Sociedades de Capital en España.
Esta sociedad era la que compraba el inmueble y lo explotaba. La sociedad generaba beneficio fruto del alquiler del inmueble. Los inversores recibían rendimientos anuales vía reparto de dividendos de la sociedad: normalmente ese reparto de dividendos se distribuía mensualmente a cuenta del dividendo anual, siempre y cuando las cuentas de la sociedad lo permitían.
Entre las distintas gestiones que Housers realizaba en cada proyecto estaban la comercialización del inmueble para alquilarlo, las gestiones relacionadas con los inquilinos (contratos, fianzas, reparaciones, gestoría, impuestos,…) así como las relacionadas con la comercialización para la venta del inmueble. Para poder llevar a cabo estas tareas Housers era nombrado en cada proyecto Administrador único del proyecto.
Una de las principales ventajas de los proyectos de equity era la seguridad que daba a los inversores el hecho de que la venta del inmueble, al tener consideración de activo esencial de la sociedad, debía ser aprobada siempre en Junta de Socios: sin esa aprobación es imposible su venta. Ni el Administrador ni cualquiera de los socios de la sociedad puede vender el inmueble sin la autorización de los socios.
Cuando se recibe una oferta de compra, se valoraba y se presentaba a los socios para su aprobación en Junta. Si se aprobaba se procedía a vender el inmueble. Tras la venta se convocaba una Junta de disolución y liquidación con sus pertinentes saldos. Una vez aprobado por los socios en esa Junta la disolución y la liquidación de la compañía se procedía a repartir entre los socios el beneficio resultante de la venta, así como el capital aportado en la entrada en la sociedad.
En esa misma Junta se nombraba a un liquidador profesional que se encargaba posteriormente de liquida la sociedad. Hay que tener en cuenta que este es un proceso largo y no se realiza en un año ya que es obligatorio presentar cuentas con ejercicios sin actividad, liquidar todas las deudas de la sociedad, firmar la liquidación ante notario y presentar la misma al registro mercantil.
Housers lanzó con éxito 59 proyectos de tipo equity entre 2015 y 2017, de los cuales ya hay cerrados 26 con una TIR medias del 7,84%.
Vamos a hora a tratar de responder algunas preguntas concretas sobre estos proyectos.
¿Por qué Housers dejó de hacer este tipo de proyectos? Porque llegó la ley que regulaba las plataformas de financiación participativa y esta ley impide a la plataforma ser administrador de proyectos en los volúmenes que Housers estaba gestionando.
¿Significa entonces que esos proyectos son contrarios a la ley? No, ni mucho menos. Lo que significa es que son anteriores a la regulación. Una vez pasó Housers a estar regulada debía cumplir con la regulación y para cumplir con la regulación no podía lanzar nuevos proyectos de equity en los que Housers fuera el administrador. Y así se hizo.
¿Entonces Housers ya no puede lanzar proyectos de equity? Si, Housers tiene licencia para ofrecer a sus inversores proyectos tanto de equity como de préstamo (de lending). Pero los proyectos que lance Housers siendo Housers el administrador están limitados en función de la inversión captada el año anterior por la plataforma según dicta la Ley.
¿Y entonces por qué Housers ha dejado de ser administrador de todos esos proyectos? Por decisión propia no ha sido. Para obtener la licencia como plataforma de financiación participativa, la CNMV puso como condición a Housers dejar de ser Administrador de las sociedades de Equity. Además debíamos de hacerlo en un plazo de tiempo muy breve.
Se entendió inicialmente que para dar cumplimiento a este requisito Housers podía seguir siendo administrador persona jurídica pero nombrando a un representante persona física ajeno a Housers que es el que realmente opera como administrador. Sin embargo, tras varios años operando así, desde CNMV se nos exigió que dejáramos de ser también administrador persona jurídica.
Por tanto, iniciamos el proceso para dejar de ser administradores de todas las sociedades eligiendo un administrador profesional que nos sustituyera en todas las sociedades. Y como es preceptivo se presentó a Junta de cada Sociedad su nombramiento, así como la modificación de estatutos para que estos administradores fueran remunerados.
Este cambio ha supuesto que Housers ya no gestiona esos proyectos y sólo participamos como socios de las sociedades: como cualquier otro socio.
Entonces, ¿están en riesgo los proyectos que todavía no se han cerrado? Rotundamente no. Los proyectos todavía activos son propietarios de sus inmuebles (al ser activo esencial) y continúan con su operativa normal de alquiler y búsqueda de ofertas para su venta gracias al nuevo administrador.
¿Puedo entonces contactar con este nuevo administrador profesional? Sin duda, ya que como socio tienes pleno derecho a que el administrador te solucione las dudas que tengas. Contacta con nuestro departamento de atención al cliente y ellos te mandarán la información de contacto.
Y la gran pregunta: ¿cuándo se me devolverá el dinero que invertí en el proyecto? Muy sencillo, cuando se venda el inmueble. De modo similar a lo que ocurre con las inversiones en el equity de startups en las que se recupera el dinero con el exit, en los proyectos inmobiliarios de equity se recupera la inversión cuando se vende el inmueble. Y el inmueble se vende en función de cómo esté el mercado inmobiliario de la ciudad donde esté ubicado, del precio de venta, de la demanda y de la economía en general. Este último año 2020 no ha sido el mejor para las operaciones inmobiliarias por razones evidentes. A pesar de ello se han vendido varios inmuebles cerrándose varios proyectos de equity como Santa Eulalia o Donoso Cortés. Todo apunta a que el mercado se va a recuperar en este 2021 y sobre todo en el 2022.