Falta vivienda nueva en España

La falta de vivienda nueva hace que invertir en ella sea éxito garantizado a futuro.

La producción de vivienda nueva continúa en niveles muy bajos con relación a los que se consideran adecuados para las necesidades de la población. De hecho, actualmente en España sólo hay 11 unidades de vivienda nueva por cada 1.000 habitantes.

Desde 2007 la construcción de viviendas en España estaba paralizada, pues se pasó de construir 865.561 viviendas en un año a apenas 35.000 en 2013 y 2014 según el Ministerio de Fomento.

En 2016 hasta septiembre se dieron 47.837 permisos, lo que supone un 32,2% más que en el mismo período de 2015. A falta de conocer datos hasta diciembre de 2016 la previsión a fin del año es que la cifra de permisos para edificar casas superará las 60.000 unidades.

La mejora económica y el retorno del crédito al mercado inmobiliario impulsaron la construcción de viviendas nuevas un 17% en 2016 según Fomento. Según el Colegio General del Notariado tanto promotoras como constructoras tuvieron más acceso a financiación (37%) llegando a los 1.025 millones de euros concedidos entre enero y octubre.

Los expertos aseguran que se necesitan en España en torno a 150.000 unidades y apenas en la actualidad se construyen 46.000.

La demanda ante una escasa oferta aumenta los precios.

Pero a pesar del aumento en los permisos para edificar, disminuye el número de viviendas que se terminan. De hecho, entre enero y septiembre de 2016 se terminaron 29.230 viviendas en España según el Ministerio de Fomento. Esta cifra supone una caída del 13,7% en comparación con el mismo periodo de 2015. Desde abril de 2016 la construcción de obra nueva y terminada registraba crecimientos si tenemos en cuenta la tasa interanual, pero en mayo la tendencia cambio a números negativos. El problema fundamental es la falta de suelo para la creación de viviendas y también el retraso a la hora de que se concedan las licencias de obra.

En este último aspecto, las entidades financieras piden en la mayoría de los casos que un 80% de la promoción este comercializada previamente al inicio de la construcción, además de un proyecto que audite la ejecución de plazos con el objetivo de tener un mayor control.

Desde 2007 cuando se llegó a máximos en cuanto a pisos terminados con más de 595.000 viviendas la cifra ha bajado un 93% hasta el fin del 2015 con tan sólo 39.891 viviendas acabadas.

La necesidad de suelo es latente.

Solamente una de cada diez viviendas que se venden actualmente en España es nueva.

En las grandes ciudades como Madrid o Barcelona la situación destaca aún más por que el suelo urbano disponible es realmente escaso y sin embargo muy demandado por su alta rentabilidad. Por ello, la mayor parte de las casas vendidas son de segunda mano, pues de obra nueva apenas existen y debido a la escasa oferta los precios suben sustancialmente.

Según el último informe de la consultora Knight Frank, Madrid, Málaga, Barcelona, Pais Vasco y Baleares serán las que liderarán la producción de nuevas viviendas, donde Ernesto Tarazona director de Residencial y Suelo en la consultora explica; “confiamos en que la producción de vivienda nueva ayude en los próximos tres años a estabilizar el mercado y evite que los precios de la vivienda de segunda mano se disparen”.

Tan solo en Madrid, las transacciones realizadas en el último año de segunda mano han incrementado un 40%. La necesidad de suelo es latente. Pues en Madrid según la consultora Knight Frank sólo hay disponibles siete viviendas por cada mil habitantes.

Los datos llevan a afirmar que destinar parte de los ahorros a la compra de una vivienda es la mejor opción ahora para rentabilizar el dinero. Más aún cuando se trata de obra nueva como es el hecho de Cuatro Caminos, en el distrito de Tetuán. Si en España apenas hay producción de vivienda nueva, la escasez en Madrid Centro es mucho más abrumadora de tal forma que invertir en esta oportunidad se convierte en un privilegio teniendo en cuenta las rentabilidades futuras estimadas que se obtendrán.