Nunca es tarde para ahorrar y para empezar a invertir. Mantener los ahorros debajo del colchón no solo significa que tendrás el dinero parado, sino que con el paso del tiempo esa cantidad perderá valor, debido al efecto de la inflación.
Actualmente, es posible encontrar en el mercado una gran variedad de opciones para invertir a largo plazo como la inversión en Bolsa, en Bonos o en proyectos inmobiliarios.
Las inversiones a largo plazo son especialmente indicadas para aquellos que busquen generar beneficios a través de una cartera a largo plazo, y que estén dispuestos a recuperar el capital en un periodo de tiempo más largo.
Ventajas de la inversión a largo plazo
Son varios los beneficios de invertir en oportunidades a largo plazo, y, por lo tanto, debes considerar incluirlas en tu cartera de inversiones.
Cuando comparamos dos inversiones con plazos de duración distintos, la inversión a largo plazo, por regla general, generará una rentabilidad total más elevada. Lo que significa que la operación reportará mayores beneficios al inversor, dado que el capital estará generando beneficios durante un plazo de tiempo más elevado.
Otra de las ventajas de las inversiones a largo plazo es la comodidad para el inversor, ya que disminuye su labor de investigación en busca de otras inversiones, debido a que las operaciones serán menos recurrentes. Este tipo de inversión es la solución perfecta para los que busquen opciones de inversión cómodas y sencillas.
Por otro lado, invertir a largo plazo ayuda a mitigar el riesgo de la operación, debido a que las inversiones están menos expuestas a ciclos o factores externos. Además, las inversiones diseñadas a largo plazo, normalmente se realizan sobre activos que presentan cierta estabilidad y que permiten su explotación durante el plazo de la inversión.
De esta manera, para aquellos inversores adversos al riesgo, se recomienda evitar productos que presenten grandes fluctuaciones de valor, es decir, de alta volatilidad. A través de esta estrategia, se intenta asegurar un nivel mínimo de riesgo, fundamentando la rentabilidad en la explotación de un activo y aumento del valor global del capital invertido tras el paso de los años.
Estas inversiones permiten, además, reinvertir los beneficios que se vayan generando en el periodo de la inversión. De esta forma, no solo maximizamos los beneficios de nuestra inversión, sino que incrementamos la rentabilidad total de la operación. La reinversión de los rendimientos permitirá al inversor rentabilizar al máximo las inversiones.
Por último, las inversiones a largo plazo son una opción para los que deseen crear una cartera de inversiones diversificada, incluyendo en su cartera inversiones de distintas tipologías y plazos.