crowdfungin_financiacion_participativa

Nos gustaría presentaros el funcionamiento de alternativas de inversión como la financiación participativa para aquellos ahorradores particulares que ven cómo sus inversiones directas en acciones o a través de fondos se están viendo menguadas por la caída generalizada en los mercados, a raíz de la crisis del Covid-19.

En este escenario, las diferentes alternativas que ofrece la financiación participativa permite limitar los efectos negativos en las rentabilidades actuales a las que están expuestas las carteras de inversión de los ahorradores, teniendo en cuenta que la volatilidad se convertirá en la protagonista de los mercados en los próximos meses y que los inversores tendrán que estar sujetos a cambios bruscos en los índices por el clima de inestabilidad propiciado por una crisis sanitaria de magnitudes desconocidas hasta la fecha, a nivel global.

Ventajas de la financiación participativa:

  • Inversiones descorrelacionadas del comportamiento de los mercados.

Las rentabilidades de los proyectos de financiación participativa no están relacionadas con los vaivenes en los mercados, lo que protege a los inversores en momentos como el actual, donde las bolsas están experimentando caídas pronunciadas -por ejemplo, el Ibex 35 se ha dejado en la última semana, cerca del 25% de su capitalización- y los analistas aseguran que la volatilidad se convertirá en la verdadera protagonista de los mercados en los próximos meses. Esas caídas pueden provocar pérdidas sustanciales en aquellos inversores con una alta exposición a renta variable, hasta ahora refugio para los que buscaban rentabilidades aceptables, en un entorno de tipos bajos y con los vehículos de renta fija ofreciendo escaso rendimiento. Se trata de una inversión que, por su tipología, está más cercana a la economía real.

  • Permite diversificar inversiones.

La financiación participativa se configura como una de las alternativas de inversión óptima ya que, por su naturaleza, permite diversificar las inversiones en diferentes proyectos, desde cantidades reducidas y con rendimientos que no están ligados a dichos vaivenes de los mercados. Se trata de una alternativa para diversificar al máximo la inversión, de forma que las posibles pérdidas por impago de un proyecto se cubran con las ganancias de otros. El inversor en esta modalidad puede simular una estrategia similar a la de una cartera de fondos, pero eligiendo proyectos de financiación participativa con diferentes niveles de riesgos en función del perfil de cada uno.

  • Scoring para orientar al inversor.

El riesgo de un proyecto está analizado mediante un scoring de cada proyecto. En Housers, todos los proyectos son cuidadosamente seleccionados atendiendo a unos severos criterios por parte de una empresa externa especializada que analizan el riesgo de cada operación gracias a un sistema específico y exigente de scoring.

  • Inmediatez en las inversiones.

Por su tipología, este tipo de inversiones se pueden realizar de manera instantánea, con un acceso rápido a la plataforma y un procedimiento ágil y sencillo, donde el inversor elige cuándo quiere invertir y en qué proyectos.

  • Supervisado por el regulador.

Se recomienda que la inversión en plataformas de crowdfunding sean únicamente aquellas registradas y sujetas a supervisión de la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) que supervisan todos los procedimientos de estas plataformas haciendo que las mismas cumplan con todos los requisitos exigidos en la Ley 05/2015 de fomento de la financiación empresarial.

  • Una opción interesante de rentabilidad y riesgo.

La descorrelación con los mercados tradicionales la convierten en una opción intermedia entre rentabilidad y riesgo. Una alternativa para sortear la alta volatilidad de la Bolsa, la escasa rentabilidad de los depósitos bancarios y una renta fija en mínimos históricos, en la que el retorno de la inversión ronda el 0%, por lo que los beneficios son casi inexistentes para el inversor, que incluso puede perder dinero con el pago de comisiones.