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El verano es probablemente el momento del año en el que más reembolsos y menos aportaciones se realizan en el ámbito de la inversión. Teniendo en cuenta que se trata de decisiones personales, es conveniente valorar la necesidad de invertir durante el verano, y, cómo hacerlo.

Y es que, podemos tener la tendencia a pensar que, del mismo modo que ocurre con nosotros, nuestro dinero y las inversiones se relajan durante el verano. Esto no es verdad, e incluso, el verano puede ser un momento ideal para una buena reorganización de nuestras inversiones.

Invertir o que el dinero descanse

El concepto de dejar descansar el dinero, incluso el de buscar productos refugio durante el verano, puede que tuviera algún sentido antaño, cuando los productos financieros eran muy limitados, el acceso era complejo, y la estacionalidad influía de hecho más que hoy en día en el rendimiento.

No se trata solo de la globalización de los mercados, los nuevos modelos de inversión, aunque pueden verse afectados en parte por la estacionalidad, realmente no dejan en absoluto de funcionar durante el verano. Por extensión, los servicios financieros tradicionales, mucho más flexibles hoy en día que hace un par de décadas, responden también a esta realidad.

Así que, en primer lugar, antes de decidir qué hacer con tu dinero en verano, deberías echar un buen vistazo a tu estrategia inversora. Si tu estrategia es a largo plazo, lo más habitual, el verano no debería suponer en absoluto ningún tipo de problema sobre tu inversión. Las posibles subidas y bajadas de los mercados a corto plazo no van a suponer, en esa estrategia, un grave problema. Más aún, decisiones precipitadas, reembolsos realizados sin mucho fundamento, puede perjudicar de manera notable el desarrollo de nuestra cartera de inversión.

Así que, el dinero que ya tienes colocado a largo plazo como estrategia, debería seguir su curso y no modificar su dirección durante tus vacaciones. A fin de cuentas, es probable que en otros períodos del año pases más tiempo sin prestarle atención a tus inversiones que en esos días de asueto.

Dónde invertir en verano

Otra cuestión será la derivada de hablar de dinero nuevo. Es decir, aquel dinero que no tenemos ya invertido y con el que es posible realizar inversiones. La duda puede venir dada por mantener ese dinero en un producto refugio, por ejemplo un producto garantizado con liquidez aunque escasa rentabilidad, hasta el fin del verano. ¿Tiene esto sentido? Lo cierto es que, de nuevo, se trata de una cuestión personal y resulta complicado tener una respuesta universal. Sin embargo, la idea general es que no resulta interesante inmovilizar el dinero, y resulta poco interesante sacrificar otras opciones de rentabilidad solo por uno o dos meses.

Una idea puede ser buscar herramientas alternativas a la inversión tradicional. Estas herramientas no van a dejar de operar durante el verano, y, de hecho, en algunos casos la estacionalidad puede ser un factor a su favor.

Por ejemplo, la compra de participaciones de préstamos P2P. Porque es un modelo de inversión desde cantidades muy pequeñas, en el que podemos diversificar tanto en diferentes préstamos, diferentes plataformas, y que propone retornos muy interesantes.

Otra opción atractiva puede ser una plataforma de participación inmobiliaria, como Housers, que nos permita, también desde cantidades realmente asequibles, invertir en el ámbito inmobiliario, pero además con un elevado nivel de diversificación. Pudiendo elegir el tipo de inmueble o local, el ámbito geográfico, o incluso los diferentes niveles y destinos comerciales de las inversiones.

Obviamente, no debemos desechar otras opciones como fondos de inversión, que nos permiten además traspasos que pueden ir sin coste de un fondo más agresivo a un fondo refugio durante el verano. O, también, productos tradicionales, para los más conservadores, en forma de depósitos a corto plazo o seguros de ahorro.

 

 

*HOUSERS no proporciona asesoramiento financiero y nada en esta web debe interpretarse como tal.