crecimiento de la economia

El INE revisa al alza el crecimiento de la economía española.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) suele revisar el crecimiento de la economía conforme se van obteniendo datos. La conclusión ha sido positiva: España creció más en 2015 y en 2016.

La recuperación es real:

  • Nunca antes habían llegado tantos turistas extranjeros a España, 46,9 millones hasta julio.
  • Pocas veces se habían vendido tantos coches, 849.851 coches nuevos hasta agosto.
  • Somos el tercer país con mayor patrimonio de la humanidad, según la Unesco, solo por detrás de Italia y China.
  • Líderes en energías renovables, en donaciones y, por si fuera poco,
  • El mercado inmobiliario vive uno de sus mejores momentos y vuelve a ser muy atractivo para invertir.

Si hace un año las estimaciones del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB)* en un principio eran:

  • En 2015: 3,2% cuando la economía creció realmente un 3,4%, dos décimas más de lo estimado.
  • En 2016: 3,2% y la Contabilidad Nacional Anual realizada por el INE suma una décima más que la previsión que había realizado el Banco de España y de lo estimado oficialmente por el Gobierno en el cuadro macroeconómico siendo tras esta revisión, un 3,3%.

crecimiento de la economia

 

Respecto a 2014, el INE mantiene sus cálculos en un crecimiento de la economía del 1,4% y es el tercer año consecutivo en el que aumenta el PIB nacional. Estos datos señalan que la economía española creció más de lo calculado en su día y que, por tanto, marcha mejor de lo contemplado hasta ahora.

Revisión del PIB muy oportuna

Además de revisarse al alza el cálculo del PIB de años anteriores, se prevé que también lo haga en 2017.  De esta forma, si la estimación del PIB que realiza el INE asciende este año hasta el entorno de los 1,17 billones de euros, será factible salir del Procedimiento de Déficit Excesivo.

crecimiento de la economia

Para ello, basta con que la economía crezca este ejercicio un 4,6% a precios corrientes*, dos décimas más de lo que estima actualmente el Gobierno. En su Actualización del Programa Presupuestario para el periodo 2017-2020 el Gobierno esperaba cerrar el ejercicio con un déficit público de unos 36.000 millones (unos 35.000 millones sin ayudas financieras). Esto significa que la ratio de déficit caería por debajo del 3% por una centésima, pero suficiente para salir del ‘ojo del huracán’ de Bruselas.

España crece por encima de la media de la UE.

El PIB de la eurozona creció un 2,2% en el segundo trimestre del año, un ritmo que no se había visto desde el año 2011. España por tanto, está por encima de la media y también supera a los cuatro mayores estados de la UE (Alemania, Francia, Italia y Reino Unido).

Estos datos confirman:

  1. El efecto rebote: los países donde más cayó la economía son los que más crecen en la actualidad. En los países del Este el PIB bajó más y ahora su recuperación está siendo más rápida, por ello, España no puede aspirar a alcanzar mismas tasas de crecimiento.
  2. El optimismo de la economía y el empleo: La economía se está avivando en todo el continente y España está consiguiendo datos muy positivos al igual que el resto de países, lo que influye, por ejemplo en el récord de turistas alcanzado este verano.
  3. Una recuperación equilibrada: España lleva tres años consecutivos creciendo y muestra capacidad para seguir en aumento. En otras recuperaciones, rápidamente se generaba déficit por cuenta corriente y el sector privado se endeudaba para consumir o invertir. En esta ocasión, se mantiene el superávit por cuenta corriente, las familias siguen con el proceso de desapalancamiento y el sector público va camino del equilibrio presupuestario. El crecimiento seguirá.

*PIB: es la principal medida que se utiliza para medir la riqueza de un país.  Es el valor total de los bienes y servicios producidos en un país en un período, normalmente un año, deduciendo lo consumido en la producción, es decir, el valor total final. Sólo incluye lo producido en el país.

*Precios corrientes: Hablamos de precios corrientes cuando nos referimos a del año en curso, tomando en cuenta las variaciones en las cifras pero no los efectos de la inflación o la deflación sobre éstos. Es un concepto muy frecuentemente empleado en el ámbito de la economía para diferenciarlo de los precios constantes, que son los precios de un año base anterior.